jueves, 9 de febrero de 2017

ANÁLISIS DE MI PRÁCTICA COOPERATIVA

En respuesta a la segunda actividad voluntaria de esta segunda unidad del MOOC, dejo aquí mis reflexiones sobre mi práctica como docente, en concreto referida a las prácticas cooperativas que haya podido realizar.

 Me gustaría comenzar comentando el texto del cuestionario de autoevaluación de prácticas cooperativas que nos ofrece el MOOC a modo de apoyo y/o ejemplo.

En el texto se dan varias estructuras de aprendizaje dentro de las cuales me puedo sentir reflejada bien como alumna bien como maestra. Como alumna en la escuela primaria he vivido el aprendizaje individualista y el competitivo principalmente, quizá de vez en cuando en educación física a parte de la competición hemos realizado algún trabajo intragrupal, en cualquiera de los casos nunca cooperativo. Ya en el instituto mi experiencia como alumna se redujo al aprendizaje individual, cosa que me resultaba altamente tediosa, desmotivadora y que, a día de hoy puedo asegurar, no me dejo "huella" (no aprendí), simplemente memorizaba para "vomitar" los contenidos en el examen y después todo ese conocimiento desaparecía como por arte de magia. No puedo culpar a los profesores ya que ahora, como profesora, sé que la mayoría de las veces los profesores están obligados a terminar el libro desde el principio hasta el final, se les exige mandar tarea (incluso si no viene al caso) y el éxito tanto de profesores como de alumnos se mide según la cantidad de libro que se ha consumido y "reflejado" en un examen supuestamente "objetivo". Por muchas ganas que un profesor tenga de llevar a cabo alguna práctica más cooperativa o salirse de lo estipulado, muchas veces nos damos contra un muro resistente al cambio y que al final resulta en terminar dando una clase magistral y realizando un examen estándar ya que es lo que se espera como producto final. Es decir, la teoría de la libertad de cátedra y de la equidad en el aprendizaje no se ha podido llevar a la práctica y se ha quedado reducida a una idea romántica de los profesores con vocación. Se quiere una cosa y se nos exige otra bien distinta.

Por suerte no todo está perdido, ya que poco a poco y gracias a la insistencia de los profesores que seguimos soñando con que otro tipo de educación es posible, el aprendizaje cooperativo se va abriendo paso en las aulas de forma tímida pero imparable.

Personalmente procuro combinar los distintos tipos de aprendizaje a las necesidades y oportunidades del aula. He de reconocer que me gustaría que el aprendizaje cooperativo tuviese más espacio en mis clases pero muchas veces, como he comentado, eso no depende sólo de mí. 

Las estrategias de aprendizaje cooperativo que más he empleado por el momento han sido las siguientes:
  • El rompecabezas o Puzzle: Donde reparto diferente información dentro de un mismo grupo (estando la clase dividida en varios grupos) y tienen que lograr juntar dicha información y darle sentido para exponerla posteriormente ante toda la clase. 
  • Presentaciones orales: Procurando que todos los alumnos participen y aporten su toque personal que pueda enriquecer a los demás.
  • Proyecto conjunto: Cada estudiante de cada grupo se encarga de una labor para realizar un proyecto común.
  • Tutoría entre iguales: Los alumnos se encargan de ayudar a sus compañeros ofreciéndoles ayuda para resolver la tarea, no pudiendo darles la solución sino la explicación de por qué se realiza de una manera determinada o de la existencia de posibles alternativas de resolución.
Las estrategias empleadas me han dado buen resultado, si bien es cierto que considero que se pueden mejorar, razón por la que me he unido a este MOOC.

¡A seguir aprendiendo!

(imagen obtenida del blog ayuda para maestros)

No hay comentarios:

Publicar un comentario